PENDIENTES DE GANCHILLO AFRUTADOS

   Aquí podéis ver cómo quedan puestos los pendientes de kiwi y de sandía, lucidos por algunas mujeres de la familia y hechos por mi madre y yo.

Mi madre, mis hermanas, mi sobrina y yo misma con pendientes de Kiwi

      En realidad se trata de pequeños pañitos redondos, hechos a ganchillo con hilo de algodón. Para los de kiwi, se empieza con el color blanco, y se va creciendo en cada vuelta: una de negro, varias de color verde kiwi, y por último una vuelta marrón.

Los pañitos, recién hechos

 A mi madre el color verde de kiwi le parecía muy pobre e hizo un par con un verde más vivo, que le gustaba más, pero se parecía menos a la fruta original. Se corta un redondel de guata, de la misma medida y un redondel de fieltro de color marrón, un poco mayor, del color de la piel de los kiwis. Se cose el pañito de ganchillo con el fieltro, dejando en el interior la guata. Con el hilo de la última vuelta marrón, se une el kiwi a un ganchito de plata, para formar el pendiente.

Los pendienes de frutas



En cuanto a los de sandía, se hacen varias vueltas con hilo de color rojo, una de verde claro y una verde oscuro para rematar; se bordan con hilo negro las pepitas, de manera irregular. Se doblan por la mitad, se rellenan de guata y se cosen por el borde; con un hilo se une a un ganchito de plata o de bisutería, y ya tenemos el pendiente. Los ganchitos para pendienes los suelo comprar en Pontejos, que es la mercería más importante de Madrid y con más variedad de productos; fue fundada en 1913, así es que cumple 100 años y es digna de visitarse.