lunes, 3 de abril de 2023

COLLARES DE CORDÓN TEJIDO CON LANA

En todo este tiempo hemos seguido haciendo labores y manualidades, pero el cambio de vida (la jubilación) y de ciudad (de Roma a Madrid) y la mayor dedicación a la escritura, ha hecho que tuviéramos un poco olvidado este blog. Pero aquí estamos, con unos collares de cordón, tejidos con lana.


 
     Viendo las fotos, me doy cuenta de que ya he hecho un montón de collares y se los he ido regalando a mis hermanas, mis amigas y conocidas. Como no pesan, son prácticos para las mujeres maduritas. 
 
 

      Aquí veis a mi hermana, luciendo estupendamente el primer collar que le hice.
         Curiosamente los ovillos los compré en el rastro de los domingos de Roma, el Porta Portese, que estaba al lado de mi casa. Y cuando se me ha acabado la lana, he encontrado la misma, "Verto di Roma" Bruma, en un chino de al lado en Madrid. ¡Milagros de la globalización!


     La lana que utilizo va cambiando de color y eso me gusta porque hace que el cordón no sea monócromo, sino que varíe de claro a oscuro e incluso de tonos.
 
      El cordón se teje con un aparatito que se llama algo así como "Tricotín" y un ganchillo. El mío lo compré en la tienda que para mí es la meca de las labores en Madrid, el Almacén de viuda de Pontejos.

     
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

  
    
 
Como apenas pesa ni la lana ni el instrumento con el que se hace el cordón, lo llevo a mano, hasta en el avión, para distraerme cuando se me hace pesado el vuelo.

     Aquí tenéis distintos modelos; para los que tienen varios eslabones, por ejemplo tres, hay que hacer cuatro cordones de tamaño más pequeño, como estos de las fotos.

     
En uno he utilizado tres eslabones del mismo color negro, pero diferentes formas (redondo, cuadrado y rectangular) y en el otro distintas formas y materiales (metalizado y transparente). Quedan fenomenal sobre un jersey de lana clara.
    No obstante, el modelo que más me gusta es el sencillo de un colgante de tamaño mediano, como éstos.






 

          

 

 

 

 

 

 

 

 

En estos dos collares el cordón es doble, y así se aprecia mejor la variación de las tonalidades de la lana.

  

      

 

 

 

 

 

 

 

 

    

El primer collar que hice fue el más sencillo, que tiene una rosca de colgante, en el que se anuda el cordón, cuyos extremos se cosen, y es del que me he quedado uno para mí.                            

 

 

 

    

 

 

 

 

 

 

 

Prefiero poner colgantes de pasta, de coco, de resina o de plástico, porque no pesan ni son molestos para el cuello, como lo serían si fueran de piedra. Estos son de Pontejos y están en vías de desaparición.

       Si no se encuentra el aparatito, se puede hacer también con un rulo del pelo y horquillas, como se ve en la foto. La lana y un ganchillo son los únicos materiales. En este enlace de Pim pam teje podéis ver cómo se hace.

 Tricotín: qué es, para qué sirve y cómo hacer uno - Pim, pam, teje





El origen de los modelos de collares que veis a continuación, con varios colgantes cada uno estuvo en un error. Como me pongo a tejer por la noche, mientras veo la tele, entre que me duermo y no veo bien, me equivoco y se interrumpe el cordón; en vez de desecharlo, conservo el trocito de cordón y cuando tengo varios trocitos, confecciono el collar, que puede ser con tres colgantes del mismo material pero distinta forma, como éste:

  

 

 

 

 

 

    En este enlace podéis encontrar manualidades distintas para hacer con los cordones tejidos de lana.



 
 

viernes, 17 de diciembre de 2021

ADORNOS DE GANCHILLO DE ÁRBOL DE NAVIDAD

       Acabo de volver a Madrid, y después de seis años en el extranjero, una de las cosas que más valoro son las bibliotecas públicas. Y en ésta que lleva el nombre de la escritora Elena Fortún, me he encontrado este árbol de Navidad con adornos de ganchillo.

  

Se trata de pañitos redondos y con motivos florales.

  

 

      Y también los hay con formas de animales, como este lagarto.

      Y este pajarito, que es un pañito doblado por la mitad, con un ojo, pico y pluma de cola.

 

     Hay algún que otro pompón, haciendo de bola.

     Y una hoja enorme y verde, en la base, junto a la maceta.

                Mirad qué margarita tan mona.


     Me ha dicho la directora de la biblioteca, (que se llama como la citada flor), que hay un grupo de mujeres que se reúnen los martes, para tejer mientras oyen un audiolibro y que son las autoras de los adornos.

     Y fijaos en el árbol de Navidad que han elaborado los bibliotecarios, con libros; original y bonito.
 

                  En este enlace podéis ver cómo hacerlo.

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   

sábado, 14 de agosto de 2021

INDIA DE ARPILLERA DE LOS 60

      No sé cómo ni por qué en los años 60 se puso de moda este diseño de cara, con esos enormes ojos que miran de lado. 

 

   Valía para cualquier muñeco, chico o chica, piel roja u hombre blanco.

     La soga sirve para el esqueleto de la muñeca: doble en el cuello y simple en los brazos y deshilachada en el extremo para hacer de manos. (Me recuerda al espantapájaros del Mago de Oz).

 Con la tela de saco se hace la cara, la casaca y los pantalones de la india, así como la cinta del pelo; con la lana negra, las gruesas trenzas. Ignoro cuál es el rellejo de la cabeza, ¡pero ha durado más de 50 años!

    Los bordados del traje de la india, más que recordar a diseños de los sioux o a las tribus de navajos, se parecen a los puntos regionales segoviano o de lagartera de Toledo.


     Las cruces del bordado que remata la ropa y los zapatitos, sí que evocan los flecos de un traje de indio hecho con piel. 

                           Y si quieres ver mi blog de Londres, aquí...