En cada vuelta se va creciendo para que se adapte al cuerpo. Por el borde se pasa una cinta de raso del color que vaya con la tela del camisón, en este caso, azul, y se hace un lazo en el centro.
Por el lado de las ondas, se cose dos piezas de tela, dejando dos zonas sin coser, en los extremos de la labor de ganchillo, a modo de sisa, para meter los brazos.
Las personas que sepáis hacer ganchillo podéis copiarlo de este primer plano.
“Dirigir un instituto es una profesión de riesgo”
Península, Colección Atalaya, 15’90 €
Fecha de publicación: 08/09/2015