miércoles, 9 de abril de 2025

PENDIENTES DE BOLITAS DE LANA

     Desde hace unos años tenía unas bolitas de lana  que me habían sobrado de hacer un collar, de color morado, negro y fucsia.

 

      En mis últimos años laborales de profesora en Roma, observé que casi todas las mujeres romanas, incluyendo mis compañeras del liceo, siempre llevaban collar.

 

     Por contra, las españolas, especialmente las madrileñas, no podemos salir de casa sin pendientes.

  

     Estos son las dos parejas de pendientes que he hecho, unos más largos y otros más cortos, pero ambos modelos son asimétricos.

 

   Como tienen los mismos tres colores del collar, se pueden utilizar en combinación.

    
     Aunque no uso tantos collares como mis congéneres romanas, éste lo utilizo mucho, porque no pesa nada y es resultón con este jersey morado.
 

 
Las piezas de plata de los pendientes son del almacén de Pontejos, que sigue igual de tradicional y surtido como siempre; una institución centenaria en Madrid.
 
   Como los palitos de plata son blandos y se pueden romper, he atravesado las bolas de lana primero con aguja de lana, para ir haciendo camino.
    Y luego con las tenacillas he enganchado el palito en la argollita del pendiente, enrollándolo sobre sí mismo.
     El principal motivo por el que no los he hecho antes, es que con tantas mudanzas, tenía extraviada las tenacillas desde hace algunos años, pero ya las he encontrado.


     Las bolitas procedían de la tienda de al lado, Cobián se llamaba, que hace años desapareció y desde entonces es un chino.
 
   De fondo, reproducción de la piedra Rosetta con las tres escrituras: jeroglífica, demótica y griega.

domingo, 16 de marzo de 2025

SÁBANAS DE ALGODÓN DE TELA APLICADA

    Los armarios de nuestra madre son un pozo sin fondo donde acumulaba todas sus labores, entre las cuales, sábanas de algodón, de una calidad que ya no se fabrica.

    Ella se inspiraba en lo que veía en las tiendas, sobre todo el Corte Inglés, e incorporaba las últimas tendencias; en este caso se trata de la tela aplicada, en el embozo de la sábana, con el motivo de un ramo de flores violetas, que remató con un festón fucsia, de la misma gama de colores.

       En esta otra hay un motivo naranja de flores psicodélicas, totalmente hippie y sesentero, y está aplicado con un perfecto pespunte a máquina. Aquí tenéis un muñeco auténtico de los sesenta, que reproduce la imagen que se tenía entonces de lo que era un hippie.

 

 Esta sábana verde, tiene uno de los motivos predilectos de nuestra madre, las rayas, que utilizaba para hacer mantas de ganchillo, jerseys de punto de media y en este caso, tela aplicada a una sábana blanca de algodón.

  Esta es de la misma colección y diseño de rayas, pero en el color optimista naranja. 

    En el caso de esta sábanas de rosas, que es la que tiene una tela de algodón con un tacto espectacular, ha cortado la tela, en vez de recta, haciendo ondas, aplicada con un pespunte a máquina.

      Esta otra sábana pertenece más bien a finales de los 50 y principios de los 60, en los que se utilizaba mucho la tira bordada o entredós, para rematar toda suerte de labores.

     En ésta, ha combinado la tela aplicada, con arabescos de color rosa, junto con la tira bordada del mismo tono.
     Y por su puesto, todas las sábanas están nuevas, sin estrenar. 
     Todas estas sábanas son vintage, no sólo porque tengan más de 60 años (y son nuevas), sino porque cada vez se está imponiendo más la costumbre nórdica del edredón. :(

domingo, 9 de marzo de 2025

COLCHA DE GANCHILLO ACTUALIZADA

     Nuestra madre poseía una creatividad desbordante. Continuamente tenía que estar haciendo una labor artesanal, y en casa siempre había materiales; no faltaban ovillos de lana de todos los colores, hilo de algodón del Egipcio, madejas de bordar de mouliné DMC multicolores, telas, agujas de punto, de lana, ganchillos, un costurero repleto y máquina de coser: máquina centenaria de su madre, primero, sesentera de su propiedad camuflable en un mueble, ya casada, electrónica comprada por su primogénito, ya de mayor...

    La imagen de nuestro padre sujetando con los brazos una madeja de hilo de algodón y mi madre haciendo el ovillo, era habitual.  Y hasta cumplidos los 90 años, siguió haciendo pequeñas labores y arreglos en la ropa.

      Así es que, pasados unos meses de su muerte, a punto de ser centenaria, no paramos de encontrar en los cajones y cómodas de su casa de Madrid, y de su casa del pueblo, colchas, visillos, manteles, paños, pañitos, caminos de mesa, delantales, etc., con todas las técnicas habidas y por haber.

 

       De sus cuatro hijos, quien ha heredado, mantenido y cultivado el talento para las labores, ha sido Mariví. Nuestra madre siempre alabó lo sentadito y lo perfecto de las labores que hacía y sigue haciendo mi hermana.

      Nos hemos encontrado una colcha de cuadritos de ganchillo, granny square, de un tamaño un poco pequeño para las dimensiones actuales de las camas. Y a pesar de todo, tiene la increíble cifra de 816 cuadritos (24 de ancho por 34 de largo), unidos con lana negra.

      Así es que mi hermana, ha decidido aumentar el tamaño, para que valga para una cama de 1,50 de ancho.

  

Para ello ha creado un remate de rayas multicolores, (que a mi madre le hubiera encantado), que le ha dado a la colcha un aire nuevo, pues los laterales no tienen cuadritos y contrastan con la superficie de la colcha.

  

     Obsérvese lo bien sentada que está la esquina, al hacer el ángulo de cada vuelta, que suman un ancho de 35 centímetros.

 

      Aunque mi hermana, al final, estaba deseando acabar, porque cada vuelta de patas altas, se hacía eterna, la verdad es que la labor de ganchillo tanto a mi madre como a ella, las relaja y la colcha (de los años sesenta) ha quedado perfecta en 2025.

sábado, 25 de enero de 2025

TIENDA AFRICANA EN EL ESCORIAL

     Hace unos días estuve en El Escorial y descubrí esta tienda de telas, artesanía, ropa y bisutería africana.

 

    Como podéis ver, hay bolsos, cojines, monederos...

 

 ... cestas de paja, plantas, todo puesto con mucho gusto, y en la pared una especie de zócalo o arrimadero formado con restos de telas africanas de distintos colores y diseños, y de fondo una banda sonora de música de distintos países africanos.

 

   Pero a mí lo que más me gusta son las telas, todas preciosas y Wax, es decir, de algodón con una capa de cera.

     En este enlace podéis informaros del origen de estas telas de algodón acabadas en cera. Muchos de estos tejidos, sobre todo los que se pueden comprar en Londres o en Roma, tienen diseños africanos, pero están producidos en  los Países Bajos. 

      Sin embargo, las telas de la tienda escurialense de Tida (como me ha confirmado ella) vienen de Senegal, Mali, Costa de Marfil, Ghana...ninguna es de Europa, ya que su proyecto es que todos sus tejidos vengan del continente africano. El hecho de que todo el material que se encuentra en la tienda de Tida sea africano, es un medio que ella utiliza y reivindica para transmitir la interculturalidad.

 

     Esta mujer tan guapa de la foto es Tida, elegante, emprendedora y cosmopolita, modista y dueña de la tienda, que realmente es casi un centro cultural africano. En la foto luce uno de los vestidos diseñados por ella.

     La tienda está en el centro, a unos pasos del teatro Carlos III del Escorial, pero está un poco escondida, en la calle Cervantes, 7 y se llama Tida Coly colores del mundo.

 
   En un lugar principal de la tienda se encuentra la máquina de coser con la que crea multitud de modelos: abrigos, vestidos, pantalones, casacas, chaquetas...


    Tida es senegalesa (Kaolack, 1975) y luce como nadie sus propias creaciones. Inauguró la tienda en 2015.

 

     La verdad es que encontré la tienda gracias a una reseña en un reportaje de San Lorenzo del Escorial, del número de diciembre de 2024 de la revista Viajar.


      Hablando con Tida, le dije que yo era forofa de las telas wax y que en el mercado del Esquilino de Roma, había muchos puestos que las vendían y yo se las traía a mis hermanas y amigas. Que había un sastre africano en el mercado de Lavapiés, en Madrid, que a una de ellas le hizo un conjunto de pantalón y blusa, una bolsita, pero que cerró el puesto. Y Tida me dice que lo conoce, que es su amigo, que tiene contacto con él y que se volvió a su país.


          En fin, que os recomiendo que después de ver el magnífico Calvario de Van der Weyden en el Monasterio, donde murió Felipe II, que fue rey de España, Portugal y parte de la actual Senegal...

      ...os paséis por esta tienda, aunque solo sea para recrearos la vista y el oído.

 

miércoles, 15 de enero de 2025

COJÍN DE FRIDA KAHLO

 Aquí tenéis un precioso cojín que me ha regalado mi amiga Mari Carmen. 

 

 Si la pobre Frida Kahlo levantase la cabeza, se asustaría de ver la explotación que de su imagen se hace en todo tipo de soportes y de objetos.

 

     Para ser sinceros, aunque no tenga glamour, compré la tela en un mercadillo de Pineda de Mar, que pusieron un día debajo de nuestro balcón de la habitación, en un viaje del IMSERSO.Me pareció que estaba muy lograda la reproducción de la sufrida pintora mejicana, el dibujo, los colores, los motivos florales.



Mari Carmen ha adaptado la forma del diseño de la tela a la forma del cojín.

 

 

Queda bien en cualquier sitio, y alegra la vista.

Para aprovechar la tela y sacar más cojines (creo que ha confeccionado 3 o 4) y también para que no quedase recargado, ha utilizado otra tela en el reverso.
 
 Y ha puesto una cremallera, por si en alguna ocasión se quiere limpiar.
 

En fin, precioso.

  Aquí podéis profundizar sobre la obra pictórica de Frida Kahlo. 

   Y aquí podéis visitar la casa Azul, en Coyoacán, donde se encuentra el museo de FRIDA KAHLO.