Aquí tenéis un parchís en punto de cruz, terminado y listo para jugar con él. En la red podéis encontrar muchos modelos, pero ninguno tan bonito como éste. 
Mi amiga Mª Carmen lo terminó hace unos pocos meses, pero luego tuvo que enviar la labor a un carpintero, para que lo montase.
Cada color de las fichas del parchís, tiene un paisaje de cada una de las estaciones del año, de manera que hay cuatro cuadros, macizos, sin un hueco de tela sin bordar a punto de cruz y las casillas muy bien numeradas.
El amarillo representa la primavera, el rojo el verano, el verde el otoño y el azul el invierno; podemos ver el árbol junto a la casa, en distintos momentos del año.
La verdad es que el carpintero ha puesto un marco de madera un poco pesado, pero el resultado es precioso y agrada jugar en él.
He leído que ahora, en tiempo de cuarentena, el juego más usado en el móvil es el parchís, una app que han hecho unos indios, pero donde esté sacudir el cubilete con el dado, diciendo: ¡un diez, un diez!
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